admin |
¿Cómo salgo de esta Confusión? |
2011.06.23 02:39:48 | |
De verdad amo a Dios. Creo que tiene mucho sentido del humor y me concede los deseos de mi corazón porque sabe cómo aprendo y cómo puedo saber que El mismo me habla y me escucha.
Mi estado de ánimo es como un sube y baja. Un día arriba, otro día abajo. Un día tengo muchos ánimos y al día siguiente la tristeza me invade y voy para abajo. Es un estado de confusión a causa del luto y del cambio de vida que esto conlleva. A pesar del tiempo que ha pasado, es muy pesado y denso pues los pensamientos van y vienen. Así que hay momentos en los que me siento como dentro de una nube y sin dirección. Sé que mi estado de ánimo es algo muy normal y que gracias a Dios es algo temporal, pero el proceso es a veces difícil de pasarlo y en esos momentos, cuando vienen los bajones es cuando pierdes el enfoque, el sentido y la dirección. El otro día tuve la oportunidad de pasar el día en un precioso SPA en los preciosos Cabos, México. Tenían de todo, albercas calientes, albercas frías, camastros cómodos, regaderas, sauna, vapor y hasta pepinos fríos para los ojos. No podía faltar el agua de pepino con clorofila y cremitas deliciosas para el cuerpo. Decidí probarlo todo. Me iba de una alberca a la otra y me metí al sauna, pero lo máximo fue el vapor. Tomé unos pepinos para ponerlos sobre los ojos. Después tomé una toallita bien fría y la puse sobre los pepinos, así que no podía ver. Había puesto el vapor por 10 minutos. Puse mi toalla sobre la banca y me recosté cómodamente mientras el vapor comenzaba a salir. Ahí estaba yo solita, sudando la gota gorda pero feliz. De pronto alguien abrió la puerta del cuarto de vapor y escuché la voz de mi amiga: “Gloria, vamos a estar en las albercas.” Cuando me quité la toalla y los pepinos no podía ver absolutamente nada. El vapor había invadido la pequeña habitación en segundos y me desorienté por completo. Había entrado viendo todo y al abrir los ojos todo se había llenado del vapor haciendo nula la visibilidad. Casi entro en un estado de pánico pues no sabía por donde estaba la salida. Así que traté de calmarme y escuchar la voz de mi amiga y me fui dirigiendo hacia donde estaba su voz y así encontré la salida. Fue un momento horrible en el que sentía que no iba a salir de ahí. No veía nada. Así que me puse a pensar: “Señor, qué lección puedo aprender de esto?” E inmediatamente entendí hasta lo que yo estaba pasando en mi propia vida. Me encuentro así, en medio de confusión, sin dirección, a veces sin saber qué rumbo va a tomar mi vida siendo ahora viuda. Estoy aprendiendo a conocerme, a ver qué quiero y a ver la nueva persona que ahora soy pues todo lo que era mi vida hace dos años ya no es. Eso a veces asusta, uno se apanica. Se siente como si uno estuviera en medio de esa nube de vapor y no tienes dirección, no sabes ni para donde vas a ir y no sólo es un estado de confusión sino de desorientación pues es un camino que no conoces pero ya estás ahí y lo tienes que recorrer. No has estado ahí antes, no sabes cómo salir de ahí y no sabes el rumbo que vas a tomar porque como no ves nada, nada es claro. Se te pierde la brújula que te guiaba y tus sentidos para nada ayudan. Hasta que escuchas una voz, una voz que te guía hacia la salida, una voz que mientras la sigues escuchando te da la dirección hacia la salida aunque no la veas. Estás en medio de oscuridad, en medio de nubes de incertidumbre que por supuesto nublan tu vista, pero esa voz te guía a través de las tinieblas y no necesitas ver, solo oír. Sabes que no hay nada con lo que puedas chocar porque estás en medio de la nada. Es solo seguir escuchando y utilizar ese único sentido por medio del cual encontrarás la salida. Escuchar la voz de Dios te tranquiliza. Sabes que te está llamando y para salir adelante tienes que callarte tu para escucharlo solo a El y guiarte por medio de su voz a la salida de aquella densa tiniebla. Si te apanicas, si gritas, si lloras, si te pones histérica te pierdes de esa voz, solamente te escuchas a ti mismo pero no al que te puede ayudar a salir de la desesperanza, de la incertidumbre, de la confusión. Cuando me calmé para escuchar la voz de mi amiga y así encontrar la salida fue como haber retomado el camino y sentí un alivio inmediato. Si no hubiera escuchado su voz, seguramente me hubiera tardado mucho más en salir pues tendría que estar tocando todo hasta encontrar la salida. Hasta te caes y te tropiezas aunque no haya nada ahí para caerte, pero, ¿acaso no te has caído cuando no hay nada que te haga caer mas que un mal paso? Si queremos hacer las cosas en nuestras propias fuerzas lógicamente te cansas, te tardas, te desgastas y en el proceso te tensas, te enojas, te asustas, te desesperas, te deprimes, te enojas, te fastidias pero sabes que tienes que salir de ahí. Y sí, uno sale, pero el precio es muy alto, el proceso más tardado y doloroso. Tan fácil que es solo escuchar la voz de Dios y dejarse guiar por ella. Así que con este sencillo ejemplo me di cuenta que Dios me habla. Me escucha y me va guiando. A veces no es tan fácil como suena ya que uno no se detiene a escuchar esa sutil voz. Pero es increíble para mi cómo Dios hasta en estas cosas me habla pues estando precisamente en el vapor, orando y teniendo un tiempo a solas con Dios vino este ejemplo real y ahí mismo Dios me estaba contestando en vivo y a todo color lo que yo necesito ahora: seguir escuchando Su voz. Solo así salgo adelante, sólo así puedo ser guiada y llevada a lugares de delicados pastos a donde El me hace descansar. Tags: COMO SALGO DE ESTA CONFUSION
|